...La
esperaban ya por Santa Marina y San Andrés, y por San Lorenzo llegaba
el Calvario. Ni túnica de cola antigua ni túnica corta nueva. El Señor
sorprendió con una prenda morada inédita para él, de procedencia
oriental y confeccionada en el siglo XVIII, con bordados de motivos
vegetales y sin embargo apropiados para su delicadeza. Ni sus costaleros
querían perturbar su ternura y subían con calma el Realejo y la calle
San Pablo.
La
silueta del Nazareno se perdía por la calle arriba y la Virgen del
Mayor Dolor miraba al cielo entre la arquitectura de su candelería ya
casi encendida. Piñas de contundentes rosas blancas llenaban los
entrevarales de contrapunto entre la cera pura y la exquisita plata,
pura ascensión vertical.
Fragmento del artículo de Luis Miranda / ABC Córdoba. 05/04/2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario